La crisis sanitaria propiciada a nivel mundial por el SARS-CoV-2 ha impactado negativamente en los ámbitos económico y social, en particular en los sectores educativo, de salud –trastornos físicos y mentales en la población– y laboral, evidenciando
la vulnerabilidad de las economías en general y de los sistemas educativos, laborales
y sociales en particular. México no ha estado exento de esta situación, sufriendo
graves estragos de impacto social visualizado por la gran crisis principalmente en los
sectores sanitario, turístico y educativo.
Sin embargo, en materia de carencias sociales lo propiciado por la pandemia no
es el único problema actual; son evidentes problemáticas sociales que se han perpetuado al paso de los años debido a su gran complejidad, multidimensionalidad y
multifactorialidad, configurándose como parte de nuestras sociedades
contemporáneas.