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註釋Consigue estos dos fantásticos ebooks a un precio excepcional.

1200 Chistes para partirse

Berto Pedrosa Este volumen incluye los títulos:
1000 Chistes para partirse
200 Chistes reducidos a la mínima expresión

—¿Cómo es eso que se hace para que no te copien las fotos?
—¿Una marca de agua?
—Aquarel. Pero dime lo de las fotos.

—El camarero dice que nos vayamos, porque le hemos dicho que el vino de 200 euros está picado.
—¿Cosecha?
—Ya te digo, que nos vayamos dice.

—He visto una peli de Alain Delon por Internet.
—¿On line?
—... Delon. Es un actor.

—No sé si las agujetas que tengo son de cuando fuimos a pescar o por el gimnasio.
—¿Del fitness?
—No hombre, truchas.

¿Los niños del Magreb hacen los debereberes?

—Mi madre tiene un quiste del tamaño de una cuchara.
—¿Sopera?
—En cuanto pueda.

—¿Sabe inglés?
—Por supuesto.
—Traduzca "El perro puede".
—Can can.

Lo que pone: "I'm 16 years old". Lo que leo: ''I'm dieciséis years old".

—Mercedes Benz.
—No, no quiero irz.

– Hola. ¿Cómo te llamas?
– ¡Joaquín!
– ¡Anda, como la serie!
– ¿Qué serie?
– The Joaquín dead.

—"Doctor Muerte, acuda a pediatría”.
—Vaya con el nombrecito.
—Sí. Da mal rollo. Entre nosotros solemos llamarlo ”donde los niños”. Mucho mejor.

—Voy a ir al Mercadona y me meteré naranjas en el bolso.
—¡¿Podrías?!
—No, hombre, de las buenas.

—¿Qué tal tu viaje por Grecia?
—Muy bien, pero Creta... ¡un asco!
—¿Un asco Creta?
—No, gracias, ya he cenado.

—Compadre, ¿tú eres de vomitar?
—No, yo soy de Vodafone.

—¿Qué te apuestas a que hago una tortilla haciendo el pino puente?
—¡¡No hay huevos!!
—¡Ah!, pues entonces nada...

—¿Ha visto usted como toca mi hijo el violín? ¿Qué le parece su ejecución?
—Hombre, ejecutarlo me parece excesivo, pero dos tortas sí que le daba…

—Veo en su currículum que sabe inglés. ¿Sabría decirme cómo se dice mirar?
—Look...
—Muy bien, ¿podría construir una frase?
—Look, yo soy tu padre...

—¿Nivel de inglés?
—Alto
—De acuerdo, haga una frase con “Christmas".
—Como no me des el trabajo, te parto la Christmas...

—¿Qué te pongo?
—Un cubata.
—¿Ron?
—¿Harry?
—¡Dios mío, qué sorpresa!
—¡Qué haces de camarero!
—Me aparecí aquí. ¿Cómo está Hermione?

—Sólo me he tomado una cerveza, princesa. ¿Te puedo llamar princesa?
—No.
—Está bien. Sólo me he tomado una cerveza, Agente.

—¿Cómo te llamas?
—Jara.
—¡Qué nombre más bonito!
—¿A que ji?

Odio ser bipolar...
¡Me encanta!

—Amor, ¿este vestido me hace gorda?
—No, mi amor, lo que te hace gorda es toda esa grasa.

—¡Soldado Gutiérrez!
—¡Diga, mi capitán!
—¡No lo vi en las pruebas de camuflaje!
—¡Gracias, mi capitán!

—Tu belleza es de otro mundo.
—Ay, ¿en serio?
—Sí, del planeta de los simios, por ejemplo.

—Perdone, ¿el doctor Ferrán?
—En el despacho contiguo.
—¡¿Conmiguo?! ¿Cómo es posiblue?

Esto es sólo una muestra, 26 chistes de los 1200 que encontrarás en este volumen. Cómpralo, no te arrepentirás.

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Aprende a dibujar en una hora

R. Brand Aubery

En 1979, Betty Edwards, una profesora de dibujo que enseñaba en la Universidad Estatal de California, publicó un libro asombroso donde explicaba que cualquiera que tuviera dos hemisferios en el cerebro podía aprender a dibujar. Dado que los seres humanos venimos de fábrica con esos dos hemisferios cualquiera podía desarrollar una notoria habilidad para el dibujo... si se le enseñaba cómo.

Lo primero que me pregunté, y aún me pregunto, cuando comprobé, primero conmigo mismo y después con mi clase de niños de diez años, que lo que explicaba el libro "Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro" funcionaba es cómo es posible que el método Edwards no sea más conocido. Han pasado más de treinta años desde su publicación, tiempo suficiente para que el libro se conociera a nivel mundial. Se derribaban en él mitos como que dibujar es un don sólo al alcance de unos pocos, o que se necesita mucho tiempo para desarrollar tal capacidad. Gracias a su método millones de personas en todo el mundo podrían aprender otra manera maravillosa de expresar sus emociones. Pero puedo contar con los dedos de una mano el número de profesores de educación artística que conocen su existencia. No dejo de recomendar el libro a profesores y alumnos en mi Universidad y en mi escuela y nadie parece haber oído hablar jamás de él.

Así que he decidido escribir este ebook por si tú tampoco habías oído hablar de Betty Edwards, para hacerte saber que puedes aprender a dibujar en tan solo una hora, leyendo este ebook y haciendo el ejercicio que se propone. Una hora es el tiempo que tardo en mis clases en enseñar a mis alumnos todo lo que deben saber para desarrollar esta maravillosa capacidad para la que todos estamos capacitados. Tengo la esperanza de que cuando lo compruebes por ti mismo no dejes que el mensaje muera contigo y enseñes a dibujar a tu pareja, a tus padres, a tus hijos y a tus amigos. Y si eres profesor, a todos tus alumnos.

Hay ideas que deben ser conocidas y compartidas por todo el mundo. Ésta es una de ellas.