Dos historias separadas por el tiempo y las costumbres, pero no por la magia. En un pintoresco pueblo del norte de México, una humilde muchacha poco a poco descubre que posee dones más allá de lo que pueda explicarse. Caminar por el mundo del espiritismo podría llevarla a cumplir sus sueños, pero no sin grandes riesgos. Cien años más tarde, otra joven tiene ante su vida los mismos retos que la llevarán a tomar decisiones que nunca hubiera creído.

Rolando Elizondo nos sumerge en la época porfiriana, cuando las sesiones espiritistas atraían a ricos y pobres por igual. Una tumba profanada, un viejo libro de poemas, una canción de cuna. Las dos muchachas de la historia reconocerán que, a pesar del tiempo, las une un lazo profundo y misterioso, la llave a mundos ocultos, donde todo es posible.