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Cherry Days
註釋Daniel Cardona nos sumerge en historias de hoteles de media estrella y bares de mala muerte plagados de personajes marginales (alcohólicos, inadaptados, solitarios, neuróticos, enfermos, suicidas, drogadictos) ubicados temporalmente en la década de 1990.Cherry Days es un libro de relatos cortos de género ficción urbana en español, con una prosa ágil Gracias por escoger esta obra y espero que disfrutes con sus historias de amor, desamor, soledad y muerte."Equis soltó una carcajada tan contagiosa como el virus que lo estaba matando y desaparecimos en medio de un denso tráfico que nos obligó a alternar la risa con el estribillo de la música de fondo y con uno que otro dialogo sin importancia. La verdad es que no hablamos mucho. Nuestra comunicación se limita a la risa, a la música, a las bromas y al amor. Las conversaciones solo sirven para arruinarlo todo.Los psicólogos aseguran que la base de toda relación es el dialogo pero eso es una verdadera mierda. La mayoría de las relaciones terminan deteriorándose por exceso de diálogo y falta de piel. Mientras más se abra la boca más probabilidades tienes de penetrar un secreto, de encontrar lo que no se te ha perdido o de escuchar la respuesta equivocada. A Equis no le queda mucho tiempo y vive de una manera frenética. Su ritmo es diferente al nuestro porque aunque somos conscientes de que algún día terminará la historia intuimos que la novela es larga. Me lo confesó cuando nuestro primer beso se hacía inevitable. Lo abofeteé con todas mis fuerzas y le lancé una retahíla de insultos antes de dejarme caer sobre la cama y llorar como una loca durante toda la noche. "En aquella época no existía el programa de blanqueo" - dijo. Lo odié con toda mi alma en aquel momento, el saber que pronto nos abandonaría era un crimen imperdonable. Sentí haberme estado aferrando a un bloque de hielo que se derretía y se deformaba minuto a minuto. Equis sabe que su historia va a terminarse a la vuelta de dos o tres páginas. No se hará viejo, no recordará estas épocas agitadas en las que al corazón todavía le queda cuerda para seguir insistiendo. No sé si lo que me consume es un sentimiento de tristeza, de rabia, o más bien de envidia. Lo que si tengo claro es que extrañaré sus abrazos silenciosos, esos que nunca le pido pero que siempre me regala cuando me percibe baja de nota, como lo estoy en este momento, un tanto ansiosa, un tanto vacía. No tengo esa sensación de otros días en las que una certeza me dice que hoy será una gran noche. No sé bien por qué, tal vez he bebido demasiado y según mi ex el alcohol es un poderoso depresor. Quise contestarle que los depresores eran él y sus lecciones de vida pero aquellos diálogos eran tan desgastantes que opté por darle la razón en todo. Era mi estrategia para evitar sus estúpidos juegos mentales en los que ya tenía una réplica predestinada para cada una de mis respuestas."Extracto del relato Equis, Ella y ZetaSobre el Autor: Autor colombiano (Medellín, Colombia, 1977). Ingeniero Químico, reside en Montreal, Canadá, desde 2007. Sus cuentos han sido publicados en la antología de cuentistas latinoamericanos Al diablo adentro (México); en las revistas Materia Escrita (México), Letralia (Venezuela) y Espacio Luke (España).Ha escrito el libro de relatos Cherry Days y las novelas cortas Sobre la tela de una araña, Atrapamoscas, Infecto y Nubes de vodka sobre San Diego.Ganador del segundo premio del concurso de cuento Nuestra Palabra versión XIV celebrado en Toronto en 2019.Escribir es como boxear. Hay luchadores estilizados, calculadores, salvajes o suicidas. Unos bailan alrededor del cuadrilátero sin sufrir un rasguño. Otros van a matar o a morir. Todo estilo es válido. Prefiero perder como Pacquiao a ganar como Mayweather