Los 34 cantos de Villagrá son de un valor incalculable para el conocimiento de la conquista de Nuevo México. No escasean en ellos las reflexiones imprevistas acerca de los orígenes de los verdaderos mexicanos y de la división que hubo entre éstos en el lejano norte; nos recuerdan también la peregrinación mexica desde el gran Chicomostoc, no bao el auspicio de Huitzilopóchtli, como sugieren algunos, sino bajo el de la diosa Coatlicue.