¿En qué son distintos Platón y Buda, Aristóteles y Lao Tse, los Upanishads hinduistas y los Evangelios cristianos, la lógica de la física cuántica y el Zen? Tal vez en que presentan caminos diversos para lograr la felicidad. Pero la felicidad ni tiene receta, ni se alcanza nunca del todo.
Tras existir separadas durante siglos, las éticas orientales y occidentales se encuentran hoy en un mundo globalizado que les ofrece la gran oportunidad de complementarse. Y, convencido de que hay formas mejores que otras de ver y entender lo que nos pasa como seres humanos, el intelectual Luis Racionero escribe un legado en forma de carta a su pequeña nieta, para que sus conocimientos de filosofía oriental le ayuden a vivir más libremente el día de mañana.
Ética para Alicia es el relato repleto de anécdotas de un hombre inquieto que se atrevió a saltar los muros del pensamiento judeocristiano para buscar puntos de encuentro con las lejanas sabidurías orientales.