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Los viajeros de las estrellas
註釋- Es que son extranjeros. - Eso ya lo has dicho, pero? ¿Como cuánto de extranjeros. A mí me parecen de esos, ¿cómo los llaman?...?Atronautas?, ¿no? - ¿Por qué dices eso? - Porque tienen cara de marcianos. - Pero, me cagüen? Pero si son igual que nosotros, chico. ¿Cómo se te ha venido esa idea a la cabeza? ¿Por qué van a ser marcianos? - Yo qué sé, pero son muy raros. - ¡Coño! ¡Qué manía!. Pues yo no los veo tan raros. - Es que por un lado parecen críos, pero por otro lado tienen cara como de mayores. - Bueno, vale. Pues agárrate, galán y no digas de esto nada a nadie. - ¿Ni a mi mujer? - A esa menos que a nadie. - Dispara, que soy una tumba. - Lo has jurado. - No lo he jurado, Afrodisio, no seas cisma. Además da lo mismo. - Se lo vas a decir a todo cristo, ¿no? - ¡Que no, galán! Sabes que sé guardar un secreto. - Pues ahí va: son de otro planeta, en efecto. Pero no son marcianos. - ¡No jodas! - Como te lo cuento. - ¿Y no vienen de Marte? - ¡Quia! Eso no es nada. Estos vienen de mucho más lejos. - ¿Más lejos que de Marte? - Pero si Marte está ahí al lado, chalado. Que no tienes cultura ni na. Estos vienen de otra galaxia. - Bueno, ¿Y eso qué es? - Pues la misma palabra lo dice: de otra galaxia, que son esas cosas que hacen así en espiral, que están allá arriba, en el cielo, pero muy lejos. - ¡Ah! Qué grande eres, Afrodisio, y lo que sabes ? Dijo con cierta admiración Sebastián. - Yo es que he viajado, macho, y eso siempre se nota.