El texto se construye con imágenes, con palabras, con descripciones del espacio y con
evocaciones del tiempo. Luego se transmite a otras culturas y a otros lectores mediante
la traducción. Es un proceso completo, un ciclo, que hará que la obra perdure a través
de los siglos y se difunda por lugares que exceden las fronteras en las que se dio a la luz.
Este volumen quiere recoger todo este proceso, quiere estudiar la pervivencia de textos
italianos antiguos, analizar las estructuras compositivas y la estética de los creados en
épocas mucho más cercanas a nosotros, comprobar cómo las palabras de una lengua
representan su esencia y su identidad, dar voz a autores y, de especial manera, a autoras
que la historia había relegado injustamente a un segundo plano, para -en fin- ver
cómo el proceso traductor es parte integrante del perfecto círculo de la recepción de
una obra.