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EL ARQUEÓLOGO DE NUEVOS YACIMIENTOS DE EMPLEO
註釋

Cuando todo lo que crees que es realmente sólido se transforma de repente en un remolino que te arrastra y te engulle sin control hacia lo más profundo, hacia lo más oscuro, recuerda el “Principio de Conservación de la Energía Creativa”, una teoría que desarrollé por pura necesidad después de quedarme en el «puto paro».

Era el 22 de marzo del año 2014, en apariencia no existía ningún camino laboral para un desempleado mayor, todo eran muros y alambradas, pero, de repente, recordé que somos seres mágicos capaces de reconstruir la aparente realidad y por «arte de birlibirloque», saqué de mi chistera imaginaria una nueva ocupación: «Arqueólogo de nuevos yacimientos de empleo».

Sí, en aquellos años me transformé en «un buscador de nuevos empleos» y elaboré mi propia concepción de esa fuerza que siempre nos acompaña y que jamás nos abandona «la creatividad» y esta afirmaba:

“La creatividad es una energía psíquica que ni se crea, ni se destruye. No hay crisis social, ni sistema político, ni económico, ni educativo, que pueda aniquilar la creatividad, porque esta siempre encuentra un camino para manifestarse”.

Por ello argumenté que este «Principio de la Conservación de la Energía Creativa» era la primera idea fundamental, del método de acción que debía poseer un arqueólogo de nuevos yacimientos de empleo.

Durante horas escribí sobre un folio una sucesión de ideas, después las combiné y agité para conseguir la siguiente definición:

El arqueólogo de nuevos yacimientos de empleo es el profesional que, basándose en el Principio de la conservación de la energía creativa, aplica una intervención metodológica, sobre una comarca o un municipio, para encontrar nuevas vías para generar empleo.