Emiliano y Elena se conocen cuando él llega a trabajar al país natal de ella. La atracción inicial deriva en un sentimiento especial y fuerte, al que ellos consideran amor, pero las circunstancias que los rodean no les permiten disfrutar de la aparente felicidad que comienzan a dibujar juntos.

En la búsqueda de un sendero conveniente para llegar al lugar deseado, olvidarán que los sentimientos, las ilusiones y las esperanzas no son construcciones individuales, sino diseños que conjugan la individualidad con la otredad, dentro de una sociedad y un tiempo particular.

Las decisiones tomadas los llevarán a preferir las ilusiones o la realidad, a dejarse guiar por la intuición o la incertidumbre, y serán conducidos por sus convicciones y emociones. Después de un evento crucial, comprenderán que la vida es un vaivén de experiencias y sentimientos que sólo se puede comprender con la memoria y el corazón.