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Teoría bélica de España

出版	Revista de Occidente, 1972
URL	http://books.google.com.hk/books?id=PztpAAAAMAAJ&hl=&source=gbs_api

註釋Del contenido de este libro se desprende un ramificado interrogante sobre los problemas de España. ¿Son la guerra y España -hoy, ayer, mañana- vocablos de lógico maridaje? ¿Hay sentido en el afán de referirlos mutuamente? Si lo hay: ¿qué somos?, ¿dónde estamos?, ¿adónde dirigirnos?, ¿cómo teorizar, en suma, en previsión prudencial? La teoría bélica de España, caso de existir, está dispersa. He aquí un sincero intento de recogerla sin pretenciones exhaustivas, pero con puntualizaciónes oportunas; de abordarla sin atrevimientos injustificados, pero también sin inhibiciones vitandas; de esbozarla y definirla sin dogmatismos insensatos mas con vigor en el trazo de sus rasgos de fundamento. La tesis de que a toda acción que aspire a eficacia debe preceder un ponderado pensar, difícilmente hall mejores ámbitos de aplicación que los de la política y la estrategia, las dos disciplinas imperantes en lo bélico de ineludible, y compleja fusión en sus planos elevados. Sobre tan natural premisa, no siempre atendida con celo, ha estructurado el autor la sucesión de los componentes de la obra, que, desprendiéndose consecuentemente en fácil serie, se apoyan cada uno en el antecedente para llegar desde lo normalmente mejor conocido hasta lo esencialmente incierto; desde la concreción apreciada hasta la compleja operación de penetrar con la vista perfiles de lo abstracto. Aunque la guerra se hace en la práctica, muestra ésta con creces que hay que pensarla antes para hacerla bien. La "Teoría bélica de España" -escrita por un ilustre marino- dista abismalmente de belicismos inoperantes. Pretende tan sólo desvelar realidades y contemplar posibles. Y lo pretende en un momento histórico en que la guerra es, por desgracia, incómodamente familiar a un mundo cuya mitad paciente sufre su amarga torutrua y cuya otra mitad vive en la inconsistencia del insensible. Realidades y posibles referidos ante todo a España y a los españoles. Porque ¿no podemos también pecar nosotros no sólo de ignorancia sino, lo que es peor, de indiferencia ante una contingencia tan dramática como puede ser la guerra?