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Origen y desarrollo de la controversia entre el tomismo y el molinismo
註釋

En su Origen y desarrollo de la controversia entre el tomismo y el molinismo, Gerhard Schneemann, S. I., intenta explicar por qué, el 28 de agosto de 1607, tras nueve años de Congregaciones de auxiliis, celebradas bajo la presidencia de dos papas, Clemente VIII y Paulo V, finalmente, éste último decide no condenar la Concordia del libre arbitrio con los dones de la gracia y con la presciencia, providencia, predestinación y reprobación divinas, de Luis de Molina, confirmando así el «vaticinio» que el cardenal jesuita Roberto Belarmino hizo en 1602, según cuenta el cardenal Francesco María del Monte: «Estaba yo en cierta ocasión asistiendo a una misa solemne en la iglesia de San Marcelo, cuando le comenté al cardenal Belarmino, que también estaba presente, que el Papa por fin había tomado una decisión con relación a la disputa que mantenían dominicos y jesuitas. A esto Belarmino replicó: “El papa Clemente nunca fallará esta causa”. Yo le pregunté: “¿Por qué no? Sin duda, puede y también quiere”. Belarmino respondió: “No niego que pueda y que también quiera; sólo digo que no lo hará; y si quisiera hacerlo, antes moriría”». Pero ¿por qué Clemente VIII no fallaría la causa, según el cardenal Belarmino, y Paulo V, finalmente, tampoco condenaría la Concordia? Schneemann aducirá razones de tipo puramente doctrinal, tratando de disipar la sospecha de que otras «ocultas razones» hubiesen movido al Romano Pontífice a tomar su decisión.