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Las vertientes y el llano, de los Descalzos a San Antón. Cuenca, ciudad barroca III
註釋

El libro Las vertientes y el llano, de los Descalzos a San Antón es el tercer volumen de la serie Cuenca, ciudad barroca, editada en colaboración por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca y la Universidad de Castilla-La Mancha. Prosigue pues los objetivos propuestos en los dos tomos anteriores, analizar y difundir el conjunto arquitectónico global de los siglos XVII y XVIII, tanto religioso como civil, según la información consolidada del pasado y la que podemos aportar ahora. Después de tres volúmenes dedicados al proyecto, que suman unas mil trescientas páginas publicadas, tenemos la esperanza de haber cumplido razonablemente nuestro propósito inicial de establecer un marco de referencia al que poder remitirse, como propuesta firme, en futuros estudios sobre el tema. Pero ello no implica quedar absortos en la autocomplacencia. Es mucho lo que resta por investigar, y cuantiosos los datos que aún deben revelar los archivos.  

La estructura de la serie en varios volúmenes no se ha fundado en una evolución progresiva de los edificios erigidos en los siglos XVII y XVIII, que es una tarea diferente a la expresada ahora. En el deseo de valorar individualmente las arquitecturas y los recorridos por el centro histórico, hemos optado por singularizar su ubicación en grandes sectores urbanos. Tras los dos primeros tomos, La plaza Mayor y su entorno arquitectónico y La cumbre urbana, de las Carmelitas Descalzas a la casa del Corregidor, el presente volumen de Las vertientes y el llano analiza en sus once capítulos el antiguo convento de Franciscanos Descalzos de San Pedro de Alcántara, advocación de San Lorenzo Mártir; la ermita de la Virgen de las Angustias, que comparte algunos dilemas históricos con el vecino convento franciscano; la iglesia de San Miguel, uno de los referentes básicos en el escenario de la hoz del río Júcar; el convento dominico de San Pablo, verdadero muestrario evolutivo de calidad desde el estilo gótico al barroco; la iglesia de Santa Cruz; el Oratorio de San Felipe Neri, entre los edificios más notables del patrimonio barroco conquense que comprende la iglesia superior, el oratorio bajo o iglesia de la Divina Pastora, y las estancias conventuales; la iglesia de El Salvador; el pósito de la puerta del Postigo, muestra notable de la arquitectura civil conquense; el monasterio de la Inmaculada Concepción de la Puerta de Valencia; la iglesia y el hospital de Santiago, el hito arquitectónico más importante desde el punto de vista paisajístico del sector extramuros; y por último la iglesia de la Virgen de la Luz y San Antón, verdadera joya del patrimonio edificado de la ciudad.