Música, músicos, películas, actores, actrices, viajes, vidas contadas desde la propia vida al ritmo de una dosis para cada noche. Veintinueve, al menos por ahora.

Como para completar un mes. Como para releerlo el siguiente. Y comenzar de nuevo.

Eso es lo que hizo Diego Villanueva: escribir sus recuerdos de grandes artistas que se entrelazan con su propia vida. Y con la del lector, porque Diego se transforma en un guía, como lo fue Virgilio para el Dante, y si sabés de qué y de quiénes te está hablando, te emocionás con él porque vos estabas por ahí cerca, y si sos de otra generación, te emocionás igual porque ¿cómo no sintonizar con esta pasión por la música, la amistad, los viajes, el cine, el dolor compartido, la juventud?

No podés no leerlo.