Emily y su hijo Alex llevan una vida tranquila y armoniosa, disfrutando cada uno de las pequeñas cosas y sin buscar complicaciones de ningún tipo. A pesar de la buena voluntad que muestran en cada uno de sus actos, un inesperado hecho da vueltas el mundo de esta familia y la enfrenta a un profundo dilema de valores en el que Alex se ve obligado a tomar una crucial decisión cuyas consecuencias no serían buenas para nadie.
En medio del torbellino de sucesos y acciones, una inesperada presencia resulta decisiva en máximo extremo.
Existen seres a los que es preferible no provocar jamás.