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En pro de la justicia
註釋Una especie de políticos de oficio que vive del trámite de las reivindicacio- nes de los “grupos subalternos” —a la manera anglosajona— emplea para ello argumentos supuestamente históricos, fundados en la “leyenda negra” de la conquista española. Han lamentado por mucho tiempo los viajes de pasajeros salidos de los reinos peninsulares con rumbo a las provincias y reinos de las Indias Occidentales, soslayando que muchos de ellos descienden de esos via- jeros que se avecindaron y nunca regresaron a sus provincias de origen, y la- mentan con amargura y rencor la ocurrencia de las violencias y malos tratos que son consustanciales a las situaciones de conquista de las gentes de nuevas provincias, al menos desde los tiempos del Imperio romano. ¿Acaso la pala- bra provincia no es una indicación inmediata de un acontecimiento de con- quista armada acaecido en algún lugar del mundo romanizado? ¿No fueron las provincias de Iberia conquistadas y romanizadas en su momento? Pero lo que más olvidan es que esos pasajeros que pasaron a las Indias no solo hacían parte de las huestes de soldados conquistadores, sino también de comunidades de frailes evangelizadores y de las hornadas de los colegios mayores, donde se formaban los jueces del Estado monárquico. Fue así como se impuso en las provincias de las Indias, después de su conquista, no solo un orden eclesiás- tico sino también la posibilidad de satisfacer los agravios con “el remedio de la justicia”.