Antes de que Miguel pueda dejar la ciudad y elegir un mejor futuro al lado de Megumi, deberá arreglar los asuntos pendientes y todo lo que se le presente en el camino… si es que quiere salir con vida.
Las decisiones podrán ser las correctas, pero los resultados son otra cosa, dos días, un perro, los viejos amigos y el intento desesperado por cambiar un horizonte turbulento, son los últimos recuerdos de una vida pasada.