Dicen que los ojos son el espejo
del alma. Los dos protago-
nistas de esta novela, Stéfany y
Juan Miguel (convertidos en
Acacia y Nemesio gracias al
envolvente sueño en el que vivirán
su aventura), así lo certifican
cuando, tras el encuentro propi-
ciado por un azaroso accidente de
coche, ambos se adentren
por medio de sus respectivas
miradas en la impositiva socie-
dad ambiguamente creada que nos
describe con pericia la au-
tora. En ese irreal viaje que
emprenden hallarán el verdadero
origen y el sentido de sus vidas.
Una intensa experiencia que
resultará fundamental finalmente
para su autoafirmación
en la nueva vida matrimonial que
deciden emprender juntos.