Millones de mujeres, hombres, niños y niñas que viven en países de todas las regiones del mundo y en todos los niveles de desarrollo no tienen siquiera acceso a niveles mínimos de alimentación, agua, saneamiento, educación, atención a la salud y vivienda. No se trata de una realidad inevitable de la vida. Es un escándalo para los derechos humanos.