登入選單
返回Google圖書搜尋
Inmóvil, yerto, destrozado
註釋

"Mi nombre es Miguel y soy emperador. El tercero de este nombre. Según mi cuenta, soy el emperador número ochenta y cinco desde Augusto César y el número cuarenta desde que Constantino fundó esta ciudad. Mi nombre es Miguel de Amorio y soy romano. (...) El pueblo me llama “el borracho” o Miguel el Beodo. Que me llamen como quieran".

Célebre por sus borracheras y por restituir el culto a las imágenes, Miguel III, emperador del Imperio Romano de Oriente, vivió en tiempos cismáticos y, se dice, oscuros. Esta ficción evoca los últimos años de su vida, marcados por la veleidad política, su falta de autoridad y su voracidad para con los caros placeres de la comida, la bebida y el amor que recién ahora se atreve a decir su nombre. Soler revela a un joven emperador subyugado por el imperio del deseo, suyo y de otros. La constante es un yo que padece y se divide entre los dictados de Eros y los de Cristo, ¿tan lejanos?