Descartes inició su itinerario intelectual a partir de su propio pensamiento. Cualquier persona puede tomar su propio pensamiento como el absoluto punto de partida de su Weltanschaung, de su visión de toda la realidad existente.

Lo que cabe reprochar a Descartes fue su timidez, su cortedad, la incapacidad para sacar las últimas consecuencias del hecho de partir de su propio pensamiento. Su conclusión fue demasiado modesta. Se puede ir mucho más lejos.

En efecto, el cálculo lógico descubierto por Frege y Peano ha permitido construir nuestros familiares ordenadores. Todos estamos estupefactos ante la revolución técnica y social a que estamos asistiendo. Lo que en cambio llama la atención en que no se caiga en la cuenta de que el proceso es igualmente potente en el aspecto teórico que en el práctico. Nunca el hombre había tenido una herramienta tan poderosa para filosofar como la lógica formalizada.

José María Méndez asegura que el título de este libro -pienso luego Dios existe- ha nacido de su propia experiencia intelectual. Y esta experiencia ha consistido sobre todo en profundizar en la lógica formalizada, gracias a la cual tenemos ordenadores. Los usamos constantemente, sin darnos cuenta de las posibilidades que han abierto a la filosofía, la ciencia que se interroga sobre las verdades últimas en todos los aspectos del conocer.