登入選單
返回Google圖書搜尋
Primero el Sexo, luego la sumisión, al final el placer
註釋

Soy Alex, tengo 24 años y vivo en Milán. Trabajo como grafista creativa en una agencia de publicidad desde hace dos años y allí tengo a mi mejor amiga, Alessia.

Físicamente, creo que estoy muy bien: soy alta y delgada, tengo una melena rubia y larga, y los ojos azules. Me enorgullezco de mis piernas, de mi taserito redondo y de mi vientre liso, todo ello fruto de años de pasión por la danza. Pero no me veo perfecta y, si algo quisiera cambiar, eso sería mi pecho que, aunque proporcionado y bien formado, es enorme respecto a mi figura con lo que creen que lo tengo operado.

A los dieciséis años, fui a pasar un semestre de estudio en casa de mis tíos, en Francia. Me dejé seducir por mi tío y con él perdí la virginidad en una habitación de un hotel de lujo. Él me inició al sexo sin amor, al placer del acto en sí, sin sentimientos que lo estropeen. Desde entonces, y porque los chicos de mi edad me aburren, prefiero relaciones con hombres mayores sin otro interés que el gozo. Soy promiscua y desinhibida, y siento mucha curiosidad por todo tipo de prácticas sexuales, todo quedando dentro de un cierto límite, aunque si yo, sinceramente, aún no tengo claro qué límite es.

Una tarde de shopping conocí a Max, escritor sin público, que supo aprovechar mi curiosidad y me inició a juegos transgresivos con los que yo, una vez vencida la timidez, muestro lo mejor de mi sensualidad. Con Max tuve mi primer orgasmo exclusivamente anal y entonces se me abrió un mundo de placer porque, hasta entonces, rechazaba la sodomía por miedo e ignorancia arruinando mis relaciones. Hoy la considero otra forma de hacer el amor y la practico con regularidad pero sólo con quien la respeta y la aprecia. ¡Finalmente soy una mujer completa!

Gracias a Max, conocí a Olga que también acabó siendo mi amiga. Con ella entré en el Círculo del Placer que forman hombres con dinero y poder que contratan los favores sexuales de chicas de mi edad. Es decir que allí me pagaban por hacer lo que más me gusta y, claro, no me fue difícil complacer logrando rápidamente éxito y fama.

Porque yo, naturalmente sumisa y obediente, me entrego por completo a mi pareja y sólo me siento satisfecha cuando hace de mi lo que quiere sin pedir permiso y sin preguntarme mis gustos. Pero también soy independiente y orgullosa por lo que soy yo quien escoge mi pareja que casi siempre es un hombre mayor, guapo y con buen físico y, si el instinto no me falla, bien dotado y con fuerte carga sexual.

Desde que conozco a Max, le he ido contando todo lo que iba haciendo y él escribió esta novela que puede interpretarse como mi biografía autorizada. ¡Qué gracia eso de que, a 24 años, ya tenga mi propia biografía!

Pero, más que gracia, es mi orgullo y satisfacción que quiero compartir contigo, mi lector. ¡Huy! Perdona que te trate con tanta familiaridad, pero es que te invito a entrar en mi mundo, a conocerme, a vivir y gozar mis fantasías y, claro, es como si ya fuéramos amig@s.