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註釋Libro con un fuerte componente de crítica social: las alambradas. Las ilustraciones del libro son figuras normalmente sin rostro, con los ojos vendados («todos vivimos ciegos»), y desnudos, que se nos muestran ‘al otro lado’ de la alambrada. El espectador y el sujeto de los cuadros están separados por dicha alambrada: una frontera clara y definida separa a los pobres y a los ricos y a la clase media. También podemos apreciar el tema tan terrible de los inmigrantes africanos que intentan saltar la valla y las alambradas de Melilla (la ciudad española en Marruecos) que separa Occidente del tercer mundo. También alude al carácter destructivo e inhumano de algunas instituciones políticas, como el FMI (Fondo Monetario Internacional) que se transforma en FAIM (Hambre, en francés). La reflexión sobre ‘la alambrada’ nos remite a la idea de ‘frontera’. El mundo occidental marca sus ‘fronteras’ económicas y políticas drásticamente, para que existan ciudadanos de primera categoría, y un conjunto de esclavos, normalmente inmigrantes. Pero estas pinturas remiten también al carácter engañoso de dicha ‘frontera’ que marca la ‘alambrada’: el espectador puede ver a ‘los pobres y los marginados’ en la pintura, ‘al otro lado de la alambrada’. Pero la alambrada también nos indica que nosotros mismos – los espectadores- estamos presos en nuestras respectivas cárceles, separados de esos ‘marginados’ que viven, muchas veces, una vida más auténtica que la nuestra. Porque los raros, los queer, los homosexuales, las travestis, los clochards, nos hacen reflexionar sobre la realidad y sobre las consecuencias políticas y económicas de nuestro estilo de vida.