Este libro se enfoca en el análisis de aquellos conflictivos años del siglo XIX en Sonora, concretamente durante el período de 1850 a 1876. La investigación tiene como tema principal las facciones; su objetivo es conocer qué eran, cómo y por qué se conformaron, y de qué manera participaron en el cambiante escenario político de la época. El análisis, la prosopografía y la genealogía proporcionan a Trejo Contreras los elementos necesarios para reconstruir el proceso de conformación de las redes.
La sociedad sonorense estaba organizada como una matriz tejida por vínculos tradicionales entre actores colectivos e individuales agrupados en redes, pueblos, facciones e instituciones en constante interrelación, lo que otorgó características particulares a la estructura institucional. Una de estas características fue la flexibilidad o adaptabilidad ante las circunstancias en las que estuvo inserta, y que le permitió funcionar normalmente a pesar de la situación de guerra intermitente y perenne bancarrota del erario durante el período. Todo ello permite, concluye la autora, “ver el periodo 1850-1876 como una época conflictiva pero no anárquica”, que es como se tiende a pensar el siglo XIX mexicano y su inestabilidad política. Propone que la época fue protagonizada por “una serie de pactos que pusieron orden en la matriz reticular sonorense del periodo estudiado, un orden liberal con sabor a antiguo régimen”.