En este trabajo, que se publica casi cuatro años después de su libro: “La Bandera del templo de San Francisco. La insignia Argentina más antigua”, Juan Pablo Bustos Thames complementa la información relevada en esta última obra, con nuevo y abundante material, al cual tuvo acceso en esta oportunidad.
En efecto, en el ínterin se ha restaurado la “Bandera del templo de San Francisco” y se ha colocado la misma a la exhibición del público, en una sala especialmente condicionada del histórico convento Franciscano, juntamente con el mobiliario facilitado por la Orden seráfica para la realización del Congreso de Tucumán, entre 1816 y 1817 y una casulla utilizada por San Francisco Solano durante el siglo XVI; entre otras piezas.
Este libro se introduce en los apasionantes enigmas que plantea esta insignia. Su origen, dimensiones y formato. ¿Quién la confeccionó? ¿Para qué? ¿Con qué materiales? ¿Qué usos tuvo? ¿Qué significan sus leyendas y con qué se les grabó? Y la pregunta más importante: ¿cuándo se la confeccionó? y ¿por qué el autor sostiene que es la más antigua de las insignias argentinas que se conservan?
Los trabajos de restauración no estuvieron exentos de polémicas y de cuestionamientos, que se analizan y desarrollan también en esta obra.
En simultáneo, científicos del CONICET publicaron en la prensa mundial un paper de investigación donde, en base a análisis químico de un fragmento de esta “Bandera del templo de San Francisco” concluyeron que el color de las primeras banderas argentinas era “azul de ultramar”. Estas conclusiones fueron categóricamente cuestionados por Instituto Nacional Belgraniano, entidad rectora en la materia; así como por diversos vexilólogos, estudiosos y científicos. El propio autor de esta obra participó en el debate, tanto en la prensa nacional como internacional.
Esta polémica se refleja en este libro, donde se rebaten las conclusiones de ese informe emana de los químicos del CONICET; y se concluye que, tanto esta bandera, como todas las de su época que se conservan, tuvieron y guardan, hasta el día de hoy, el color celeste, en concordancia con todos los documentos históricos, inclusive los del propio convento Franciscano, que se reproducen, para conocimiento del lector.