La Villa Ducal es la manifestación más compleja de la toma de conciencia por parte de la
nobleza española del papel de la arquitectura y del urbanismo como forma de manifestación del
poder y como medio de exhibición del prestigio nobiliario.
En el siglo XV aparece en España una alta aristocracia, poseedora de unos estructurados y
opulentos estados señoriales, donde va a establecer una villa, incuestionable capital, donde se va
a concentrar el poder y la representación ducal. Culturalmente seguidora de los postulados
renacentistas, esta alta aristocracia hizo posible el desarrollo de un fenómeno paralelo al que se
estaba produciendo en Italia, fue capaz de traducir al plano mental las profundas modificaciones
que se estaban operando y promovió una profunda transformación del arte y del pensamiento.
Creó la Villa Ducal, modelo urbano donde volcó sus necesidades y exigencias de prestigio y de
riqueza, donde justificó su preeminencia social mediante la exhibición de su nobleza, y donde
proyectó su prototipo de hombre del Renacimiento.
En la Villa Ducal española, el Duque, renovador de las formas de vida y renovador de la
estructura de la ciudad, actúa en tres planos específicos, el arquitectónico, el económico y el de
prestigio, y consigue una imagen física de magnificencia mediante la realización de grandes
construcciones arquitectónicas e importantes reformas urbanas: palacios, conventos, panteones,
colegiatas, hospitales, universidades, villas de recreo, áreas nobiliarias, plazas, calles y barrios
de construcción ducal forman parte del paisaje de las Villas ducales, dan forma al espacio físico
en el que el Duque patrocinó y alentó un poder económico sobre el que cimentar su influencia
política,y en el que mostró una imagen simbólica de notoriedad propiciada por la
representación de la fiesta y el desarrollo del ceremonial.
Baena, Béjar, Gandía, Guadalajara, Lerma, Medina de Rioseco, Medinaceli, Pastrana, Medina
Sidonia, Olivares, Osuna, Sanlúcar de Barrameda, Alba de Tormes, Arcos de la Frontera,
Benavente, Cuéllar, conforman un coherente y numeroso conjunto de núcleos donde, por
actuaciones sucesivas de sus duques, toma forma la ciudad nobiliaria, la Villa Ducal.