La «humanitas» hispana recorre un itinerario histórico de carácter selectivo por el humanismo hispánico del período clásico para mostrar la potencia y autenticidad de la tradición humanística en la península así como los rasgos que la singularizan, uno de los cuales es el carácter fuertemente existencial de esa sabiduría y su persistente manifestación por la vía literaria y en la lengua vulgar.
El concepto de «humanitas» pretende rebasar la perspectiva estricta del purismo filológico para representar una determinada manera hispánica de concebir al «hombre» y de habitar el «mundo» y, en definitiva, de vivir y transmitir el legado humanístico, cuya finalidad es el ennoblecimiento ético, el refinamiento estético y la elevación espiritual del ser humano. El libro revisa los incipientes y meritorios esfuerzos del siglo XV, la honda implantación del humanismo cristiano en las primeras décadas del XVI y su carácter siempre actuante en los desafíos del siglo –desde la América recién descubierta hasta la escisión del cristianismo-, así como su perduración natural durante el período de la Contrarreforma, donde adquiere un carácter «resistente», tanto frente a la dureza dogmática de ésta como frente a los embates anti-humanísticos del mundo moderno en la crisis epistemológica del siglo XVII.
Javier García Gibert concluye con el examen de algunos aspectos de ese humanismo en la obra de tres ingenios mayores del período barroco: Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián, cuya obra literaria ofrece, por cierto, la última completa paideia humanista a la antigua usanza que se dio en Europa.