¿Por qué el Autor ha dividido su obra en tres tomos? La respuesta es muy
sencilla pero tremendamente eficaz: su obra es, ante todo, metodológica.
Busca soluciones prácticas y las condiciona a todas las categorías deportivas
y a todos los entrenadores/preparadores físicos. Así el primer tomo va dirigido
a los entrenadores jóvenes, y a veces inexpertos, de la categoría alevín (10 a
11-12 años), el segundo es para aquellos que desarrollan sus enseñanzas
con infantiles y hasta cadetes (13 a 15-16 años), quedando el tercero para los
técnicos de la categoría juvenil y las superiores.
La obra presenta conclusiones científicas, inéditas e ideas originales del
Autor como:
• Centrar toda la obra en un objetivo supremo: «la construcción del deportista».
Sí, porque el Autor cree que el deportista se construye por el entrenador/
preparador físico, como la casa por el arquitecto o el puente por el ingenierio.
• Establecer «la construcción del deportista» entre los 10-11 y los 18-19
años, y dividir todo el proceso en tres fases:
- Iniciación deportiva.
- Orientación deportiva.
- Especialización deportiva.
• Desarrollar y perfeccionar al máximo las cualidades perceptivo-motrices
pero «retando los sistemas energéticos.
• Recomendar, contra viento y marea, la iniciación al entrenamiento de
fuerza, con pesas en el estadio puberal pero con una metodología para
veinte sesiones.
• Proponer cinco medidas cineantropométricas y un test de aptitud físico
deportiva con cinco pruebas para seleccionar los más aptos -la élitepara
la práctica deportiva, que a la vez sirven para definir la especialidad
y la posición o prueba deportiva, una vez pasada la pubertad.