En estas seis exitosas comedias del dramaturgo argentino José Ignacio Serralunga el humor se adueña del centro de la escena.
El humor como fin: divertir, entretener, hacer reír; y el humor como medio, como herramienta, como filtro. Porque hace tolerable lo intolerable, digerible lo indigerible, aceptable lo inaceptable. ¿Cómo, si no, podríamos soportar y hasta amar a estos personajes tan indignos? Desesperados que venderían sus almas por un deseo, ladrones, corruptos, mezquinos, hasta muertos que no descansan en paz.
El humor aparece en estas comedias en todas sus formas, la ironía, la parodia, la farsa, el absurdo. Humor blanco y humor negro, en prosa y en verso, todo en su medida, pintando ámbitos tan diversos como el universo tanguero rioplatense, una leyenda medieval anglosajona, una historia de capa y espada y otra de amores contrariados, el mundo secreto de un panteón familiar, sin esquivar la realidad más candente en un relato políticamente incorrecto.