Las
relaciones entre Cantabria y Andalucía, cuyos orígenes se remontan a la época
de la Reconquista y repoblación del sur peninsular, han continuado hasta
nuestros días, con consecuencias económicas, sociales y culturales que nunca se
han dejado de manifestar. Estas relaciones se deben sobre todo a un importante
flujo de población entre las dos comunidades, que dio lugar a una arquitectura
y a una serie de obras de arte tanto en Andalucía como en Cantabria, hasta
ahora no estudiadas desde esta perspectiva.
Este
libro se centra en la figura del «jándalo», el emigrante montañés a Andalucía,
como promotor artístico, con sus manifestaciones artísticas en Andalucía, en
las provincias de Sevilla y Cádiz especialmente; y en Cantabria,
particularmente en las poblaciones del área más occidental de la región.