登入選單
返回Google圖書搜尋
註釋Cuando Santiago «Malauva» apareció con un tiro descerrajado en la cabeza la condena fue unánime. Todo el mundo fue testigo, la noche anterior, de las amenazas de Lázaro «Amenoscuarto» al viejo. Solo Rosalía, la ciega, dijo que él no había sido, que lo había visto pasar por su calle de madrugada, cuando sonó el disparo, llevando a la Tana, su vaca, rumbo a los corrales. No la creyeron. Tal vez otros supieran, pero nadie más salió en su defensa. Lázaro fue condenado. La suya fue una condena de cárcel, la de otros de remordimiento. Aquella noche, varias vidas estallaron y se hicieron añicos. Basada en un hecho real, es esta una historia de catarsis, de finales, de comienzos y del tiempo, verdugo y bálsamo, que desgasta la vida, trae la muerte y otra vez la vida.