Los cambios socioeducativos y tecnológicos del siglo XXI han contribuido a impulsar relevantes innovaciones curriculares en las instituciones educativas, que se orientan al afianzamiento de nuevas tendencias didácticas que buscan favorecer, entre otras cosas, la transferencia de conocimientos en contextos educativos, el fomento de escenarios aumentados proactivos de aprendizaje, la elaboración de MOOC colaborativos, la adquisición de nuevos ámbitos competenciales digitales y el desarrollo de entornos personales de aprendizaje, de modo que se invita a los estudiantes a convertirse en un futuro próximo en agentes proactivos socioculturales de la aldea global.
Bajo este paradigma tecnosocial, el profesional de la educación debe convertirse en un promotor del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en ambientes formativos, en dinamizador de metodologías proactivas, en gestor en lo relativo a la construcción colectiva de conocimientos y en organizador y evaluador de actividades digitales, a fin de atender las demandas de los discentes nacidos en una época digitalizada.
La presente obra científica, fruto de la reflexión introspectiva y contrastada experiencia didáctica de docentes pertenecientes a una docena de universidades, ofrece desde una óptica tecnopedagógica diversas reflexiones pedagógicas, modelos de enseñanza y estilos de aprendizaje en el ámbito formativo.
En última instancia, el objetivo prioritario de este libro es ayudar a los profesionales de la educación a innovar a través de las tecnologías de la información y la comunicación de cara a la mejora de la calidad educativa y al desarrollo sostenible de la ciudadanía global.