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La Esencia del Zen
註釋Después de que Buda Gautama pronunciara sus sermones hacia el siglo V a.C., con el tiempo se acumularon numerosas filosofías, prácticas religiosas y preceptos derivados de su enseñanza, además de diversas recopilaciones de sus discursos. El mensaje de Buda se estandarizó y ritualizó cada vez más, y se recubrió de una multiplicidad de conceptos.
Una corriente del Budismo que se desarrolló en China hacia el siglo VI d.C., y que tomó el nombre de Ch'an, consiguió liberar al Budismo de todas las superestructuras que habían empañado su significado original. El Ch'an, que más tarde se extendió a Japón, tomó el nombre de Zen; pero es en su temprano desarrollo chino donde hay que buscar los elementos de la originalidad y la extraordinaria profundidad del Zen.
El Zen nos enseña a ver el mundo, y a nosotros mismos, sin la mediación de conceptos y filtros emocionales. Nos lleva a conocer nuestra verdadera naturaleza, más allá de las características psicológicas y la historia personal con las que solemos identificarnos.
El comportamiento y las palabras de los antiguos maestros zen suelen parecer enigmáticos y provocadores. Pero el objetivo de los maestros no era hacer gala de astucia y extravagancia, sino guiar a las personas fuera de las estrecheces de la mente, hacia el espacio abierto de la libertad.
Si en las palabras de los antiguos maestros zen podemos discernir signos de auténtica adhesión a la realidad, reconocemos que esas palabras fueron pronunciadas para nosotros, y que fueron pronunciadas por nosotros.