Sin duda éste es uno de los trabajos más destacados de Arturo Accio, donde se nota una madurez que no da la iluminación, si no la persistencia y disciplina. Para gusto del lector Mutilaciones Espirituales es un testimonio de su fructífera metamorfosis dialéctica. Despojado de lujo del ciudadano común, el poeta ve un daño mayor que el meramente físico, quedando su alma fragmentada, aferrada sólo a los poemas.
“¿Qué estoy haciendo?”, se pregunta nuestro autor y la respuesta llega al final de las últimas páginas; nada menos que sumergirnos en el laberinto inacabado de la experiencia humana. Leer esta obra es la mejor forma de revivir aquello que permanece en la memoria, ¿o más bien remorir?
Accio hace el trabajo “sucio” de escribir lo que tal vez otros por miedo pudor callan, lo presenta en edificios arriesgados, juegos visuales que se disfrutan multiplicando la muerte errante en cada paso.
Podríamos ignorar el contenido, pero al fin y al cabo... eso a mí sí me importa.
Miguel Muñoz