Poesía social subversiva El fin no es el final
Probablemente cuando recibas mi mensaje ya no me quieras, o sí, o puede que ya no quieras saber nada más de mí, o quieras ver cómo rueda mi cabellera, o que, por el contrario y más sorpresivo, me quieras para toda la vida de ambos incluidos.
Mi única intención es hacerte ver (así como cuando en las películas del genero Gore le abren los ojos a cualquiera de los protagonista sujetándoselos con pinzas, cinta aislante, o cualquiera artilugio raro) lo que realmente pasa en la sociedad y cómo aquellos que están en la cima de la escalera que se tambalea, según sople el viento, se las hacen pasar canutos a todos aquellos que no pertenecen (tal vez debería incluirme) a lo que ellos llaman la alta clase. Me río yo de ello pero, como me dijo una de las personas que más querré en la vida, para ello hay que saber reírse de uno mismo.
Si no te ríes, que te den tanto asco como a mí esos de los que hablo.
Recuerda que si no nos llegamos a conocer, será porque tendrás a alguien mejor a tu lado.
Carlos Guerrero Jiménez