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註釋

El hombre que tiene ideales marcha por la vida con una estrella que lo guía y conduce. Angelo Roncalli no sólo se propuso: “Quiero ser bueno a todo costa, siempre, con todos”, sino que logró que el mundo reconociera que él era el Papa bueno.

Juan Pablo II dijo: “El Papa Juan fue un gran regalo de Dios a la Iglesia porque la hizo sentir viva en hombre actual. Fue, como el Bautista, un precursor. Indicó la senda de la renovación en el surco de la Tradición (…) Fue una voz que sacudió al mundo por su sencillez y su inmediatez, por su humildad y por su discreción, por su coraje y por su fuerza”.

El papa Francisco dijo: “Angelo Roncalli era un hombre capaz de transmitir paz; una paz natural, serena, cordial; una paz que con su elección al Pontificado se manifestó al mundo entero y recibió el nombre de la bondad.

Si la paz ha sido la característica exterior, la obediencia constituyó, para Roncalli, la disposición interior: la obediencia, en realidad, fue el instrumento para alcanzar la paz.

Ustedes están justamente orgullosos del Papa bueno. Custodien su espíritu, profundicen en el estudio de su vida y de sus escritos, pero sobre todo, imiten su santidad. No tengan miedo de los riesgos, así como él no ha tenido miedo. Docilidad al Espíritu, amor a la Iglesia y adelante. El Señor hará todo”.